viernes, 3 de mayo de 2019

Mi loco amor.


Pálida la luz azul de la luna
besando mi pálida piel esta noche.
Toda una ciudad dormida no sospecha,
y las estrellas, encendidas,
son ruborizados testigos
desde su palco eterno y oscuro.

Un fénix yace ardiendo en plena medianoche,
tienes mi amor y su deseo...

Seamos olas sobre este manto tibio,
reclaman tus labios mis labios.
Esculpe mi cuerpo con tus manos,
que mis piernas te abracen.
Que tus brazos, fuertes, me retengan.

Cuando un ovni rasgue la oscuridad
deteniendo todos los relojes
regalándonos el destiempo, en un cielo infinito e inmóvil,
Recuerda este hoy para siempre.

Ámame
sálvame, guárdame, en un poema sin nombre y sin invierno
como la pasión virtuosa de un Dalí.



viernes, 2 de noviembre de 2018

Lluvia de Noviembre

No voy a dedicarte feroces rencores para que seas la espina inmortal que atormenta el deseo en mis entrañas. En la lluvia fría de noviembre, no te dedicaré lágrimas tibias ni serás la venerada nostalgia gris que empañe mis días brillantes.
No, no voy a ofrendar a mi cuerpo con orgasmos dedicados a tu imagen entre la frustración de eternas tristezas, ni te guardaré con obsesiva devoción para ser amor infectado que plague mis espacios y rincones. No trascenderás como la criptonita de mi espíritu vulnerable, provocando la sonrisa rota, que otorgue coqueta, en la comisura izquierda de mis labios.
Que no te concederé ser la miel que alimente mis pérdidas o esperanzas, ni sobrevivirás como el adorado secreto tras una de esas gélidas miradas.
Solo te dejo aquí, y luego allí, en algún lugar donde el olvido sea un recuerdo perdonado. Donde no duela ni sangre la memoria con esas emociones
que me hicieron arder un dìa.

martes, 17 de julio de 2018

A tí me dí.

A ti me dí, A ti me doy sin cautela, a ti te dejo entrar en mi jardín de ensueños. Hombre silvestre que me enciendes la piel, mis manos te acarician mientras duelen mis espinas. Tanto me desarma tu corazòn noble que te regalo la última confianza; Tierra fértil para un amor, y flores agridulces cultivadas con celo. Humilde parcela custodiada a muerte que queda de mí, florecida en otoño, y oculta, de las inclemencias de la crudeza. A tí me doy sin cautela, alma desnuda entre rosas y lirios para que te derrames sobre mí, manantial conmigo, bajo las lágrimas de noches estrelladas, sobre el barro movedizo de un sueño. Luz de luna y flores cultivadas con fuego, a tí te mostrarè mi jardín secreto. Incauta, deseando ser, la última orquídea en un paraíso.


viernes, 6 de julio de 2018

.. allí estaba yo, nadando en una laguna insomne mientras escuchaba tu voz. Me embargaba una paz a veces hiriente, como una sensaciòn preservada en críogenia. Una incertidumbre mansa y rendida, que se sometía a la paciencia.

martes, 29 de mayo de 2018

Dije voy.


Dije voy y eché a andar,
algunos me vieron de reojo,
yo los miré de frente,
me acaricié las sienes,
fijé las pupilas en el camino.

Y el camino es miedo
y el destino siempre incierto,
y tiemblo de frío, o me acaloro.
Sin embargo...
dije voy y he echado a andar.

Me unté la esperanza con fé,
me la puse en la piel,
me la presillé en el alma.
amuleto y espada
calma profunda y fresca,
afilada melodía de alabanza.

Hoy he dicho voy y he echado a andar.
Adelante un carril de un solo sentido,
mis pupilas, fijas en el camino.






sábado, 12 de mayo de 2018

Si no era...

No era amor y sin embargo la idea nos salvaba de la muerte. No era amor, era afluente nuevo,
volver a creer en segundas oportunidades, creer en hoy, en mañanas. En que "algún día quizás" importe. Si no era amor al menos colmaba y sacudía las tristezas, diluía el alma trémula en la piel, le devolvía la brisa a los sueños. Encendía el cuerpo librándolo de su hambruna.
No era amor pero me salvaba. Si no era amor, al menos me latía la vida.


miércoles, 6 de junio de 2012

Noche en Venus...



Noche de eclipse sublimando nuestra efímera existencia, extraña alineación de Venus bajo el eterno misterio del omnipotente universo enaltecido sobre nuestros pensamientos de simples mortales. Con osadía de Diosa pagana te lanzo una mirada invitándote a profanar mi palidez de luna con tu lujuria de hombre blasfemo, incitando tus instintos primitivos con la punta de la lengua, cediéndote el paso para que pernoctes en los cálidos rincones donde te ofrezco un refugio del feroz asedio de la noche, del futuro incierto, del mañana.
En tabernáculo divino aflora mi esencia para verte ebrio, y entre complacientes besos, mi naturaleza gime y tiembla mientras tu sombra va resbalando por las laderas de mi espalda buscando resultar herida en el filo de mis caderas... Sé que quieres saberte exclusivo de mis devociones, reafirmarte donde se desgarra mi silencio para estar seguro de que te pertenezco.
Tiemblo yo, tiemblas tú, tiembla la noche.Con furia resentida tu marea germina de entre sus abismos, salpicando mi noche de traslúcidas estrellas, con su viril y blanca espuma.