miércoles, 29 de febrero de 2012

El jardín de los inocentes...


Entre ella y yo el todo de la nada .
Entre yo y ella, la humedad y el moho corroyendo lentamente las paredes y los adornos
en una fotografía marchita. En esa realidad que conocemos tan bien a la hora de despertar,
hoy es consecuencia de lo que fué, pero hoy es siempre todavía. El Mañana tal vez solo pueda ser testigo ante los paradigmas que veleidosa regale la vida ... Una quimera, y mientras, Muerte anda sembrando ortigas en el jardín donde todos somos inocentes.

Un día cualquiera...


Como en un día cualquiera siento que el viento quiere decirme algo que no consigo entender, mis ojos están tan ciegos a esa luz que me salvará y tengo los pies pesados para dar el primer paso. Hoy no encuentro esa voluntad de la que hablan los predicadores, ni siento la divina intervención de una fuerza superior, o tal vez sí, pero su mano ecléptica no se posa sobre mí exactamente para devolverme la visión.
Ni debajo de la cama encuentro mi actitud, pareciera que estoy sola una vez más con el cuaderno entre las manos sin palabras mágicas e iluminadas para crear una bella historia, y en el mundo burbuja está oscureciendo, aunque apenas comience a amanecer…
Este es un día que promete ser como otro cualquiera. Tal vez uno de esos malos en que la cirugía coronaria es insuficiente y los marcapasos para almas no funcionan. Pero yo sigo aquí. En un día cualquiera también se puede estar escondiendo el principio de un final feliz.

lunes, 20 de febrero de 2012

Besando los desiertos...


Hay un misterio en la fusión de las almas
como en la aleación de los metales,
hoy tengo este sentimiento con alas
de un dolor sanado,
que viene volando por el cielo.

Entre tus brazos apasionados,
un refugio donde languidecen las sombras
en simbiosis con un romance quieto.
Al fin la aceptación del caos...
el equilibrio sometido a una sonrisa
entre manos enamoradas,
y dos almas que se tocan.

Una brisa suave de anhelos compartidos
abriéndose paso en una nueva era de paz,
la oportunidad es el sonreír sin mirar
las puertas que cerraron detrás,
en los ojos un presente que recibir,
y un nuevo acertijo de pieles
besando los desiertos.

Esta noche el tiempo no es ardíd,
nacidos de la frustración
podemos burlar el costo de la vida,
y sin prisa, como aguas mansas, amarnos.

Ligera y etérea...

Fantasía es el arca donde habitan a salvo las virtudes de mi alma. Persiguiendo el canto de las sirenas en un vasto océano de sueños navega ligera y etérea, o a veces a la deriva, bajo una bóveda azul. Sus mástiles son firmes y nobles convicciones, y en ellos, florecen mariposas

Melancolía...

Pongo una melodía triste que este amor fue como un tango. La llama de una vela, tan tenue pero hipnótica. Tan vivaz en medio de la oscuridad, mas destinada a consumirse en su propio candor…

Certezas...

Un portal se cierra llevándose consigo la luz de una ilusión y aunque quedemos cegados por las tinieblas otros habrán de abrirse en el tiempo justo si aprendemos a caminar en la oscuridad... la visión es la fé.

No existe nadie realmente tan vacío,,, solo que muchos eligen no admitir su doble fondo.

Amanece mi sonrisa...


Estoy descubriendo tu amor que me acaricia como brisa suave, fresca, caprichosa. Lluvia ligera lavando los sentidos con besos de vino tinto derramados sobre los cuerpos y el Juego de los labios en sonrisas que se posan en el resplandor de los últimos rayos del sol. El iris del ocaso en mis ojos cerrados cuando escucho tus palabras aun sin ser dichas descifrando ese lenguaje mudo de tus manos impreso en tus caricias. Las que condenan a mis dudas a las sombras de aquel día que olvidé.
Liberado, un suspiro se columpia en la luna nueva antes de irse a dormir.
Brillos de escarcha esparcidos por la desnudez bajo las sábanas de una noche satinada y besos sin prisa que se descubren con el guiño cómplice de la luna, otorgándole un nuevo significado a nuestros sueños.
Amanece mi sonrisa. Paz de mis anhelos con la custodia de tu abrazo. Paz en mi descanso sobre tu pecho y tus latidos que me arrullan. Estoy descubriendo un destino. Estoy descubriendo tu amor.

domingo, 19 de febrero de 2012

Las inútiles letras de tu nombre…


Ayer las letras de tu nombre
se me extraviaron en la tundra inerte del olvido,
entre la orgía vana de mis pensamientos,
y hoy,
que quise invocar aquel sabor dulce en mi boca
desde la ausencia de la memoria ingrata,
solo se me posó en los labios
tu insípido espectro con la densidad de la nada.
Como un sueño superfluo y deslucido,
que se perdió en el pasado de mis sombras.

viernes, 17 de febrero de 2012

Este corazón ...

Este corazón tiene clavadas espinas. Despierto o dormido sueña, y más, delira, y en su lirismo se retuerce hasta que exhausto languidece dejando escapar la vida, rendido por esa herida que pide cura de amor.
Este corazón que defiende a muerte su enigma,conquistarlo un día, tal vez solo pudiera,
quien sangrara como él y comprendiera su estigma.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Momentos...



He vivido momentos enormes... Momentos que se cumplieron. Momentos que dejé escapar. Momentos golpeados por el mundo que finalmente eran demasiados pesados de acarrear, entre momentos y momentos que hilvanaron la historia de mi vida. Ahora ha llegado el momento de las pequeñas cosas. Un momento sublime para la desnudez, para vivir momentos de pasiones minimalistas. Porque este es el momento de cargar solo lo que puedo llevar conmigo. Sin lastre, sin la prisa de un después. El momento para lo esencial.

martes, 7 de febrero de 2012

De que estoy hecha...


Estoy hecha de lunas y el eterno enigma de las sombras, de polvo de hadas, de cuentos ancestrales y crines de unicornios al viento. Estoy hecha del beso de la lluvia al sol, de tormentas, fábulas y una leyenda. De sal marina y delirios de pinceles, de mi travesía en un mar terrible o manso. Del batir de alas de mariposas o el vuelo inquieto de las libélulas. Estoy hecha del llanto de mandrágora y algún fino cristal. De universos aún no descubiertos, pasiones de ángeles y la sangre de criaturas místicas. De muchos momentos, sonrisas, de las brisas y el rocío de ocasos y amaneceres. Del encanto de Venus, de letras desnudas, del brillo de una estrella. De una maldición. De sueños cumplidos y la utopía de lo inalcanzable. De esencias de flores, de mis lágrimas. Estoy hecha de coraje, sensibilidad, intuición, de poesía. De miradas y melodías de veranos cálidos, primaveras y otoños florecidos e inviernos implacables. Pero sobre todo, siempre, estoy hecha del eterno conjuro del amor.

domingo, 5 de febrero de 2012

Tórrido e indómita…...


Con aires de animal indómito
se me acerca la tórrida ambigüedad de tu presencia.

Mareados en mi propio engaño
mis sentidos desvarían entre tus labios para arrojarme en la malicia de tus ojos,
sumisa a tu irascible lengua…

Ven,
entrégame tu universo,
dame tu rabia muda,
tus secretas frustraciones.

Que yo con la seda de mis caricias les daré sosiego,
con el veneno dulce de mi alma las alimentaré en las húmedas noches
y tejeré mi sutil sombra de victima a tu alrededor,
para luego,sin piedad,
saciar mi sed de venganza.

Papel mojado...





Esta noche hay luna llena y quiero saber cómo las bestias hacen el amor. ¿Te gusta mi disfraz? Tengo el rostro pintado de arcángel y tú tienes la mirada salvaje. No me quites los guantes ni las botas, no hace falta, desnúdame con los ojos y deshójame con los dientes.
Me inmovilizas, yo forcejeo un poco y te muerdo. ¿Tienes rabia? Viértela sobre mí. No, no te daré este beso, tendrás que robarlo. Sometiéndome a tus caricias te digo: Mátame, devórame la vida esta noche.
Ya te siento reclamando mi boca, mi cuello, jugando entre mis pechos con delicada torpeza, te clavé las uñas, tenemos heridos los labios y hemos bebido nuestra sangre. Hay vino derramado por todas partes, olor a incienso y sudor mezclados, tú andas ensimismado en mi latitud sur y yo descubro otra dimensión mientras tu lengua me enloquece hasta el delirio. Soy manantial que se derrama.
Arrancaste mi ropa sin consentimiento. Tus manos recorren cada rincón de mi geografía y tus mordidas me arden en la piel. Tengo antojo de tu sexo.
No consigo escuchar la música de fondo, solo tu respiración de búfalo y la mía entrecortada entre hilos de voz que se me escapan. Te escucho también decirme: -chiquita, que ganas tenía de tí- bien sabes que alcanzo las estrellas cuando me hablas así.
-No tengas misericordia- te imploro por castigo cuando mi cuerpo exhuda lujuria. Tú te me encimas y me penetras con piadosa crueldad. No sé quién soy en este momento pero sé lo que siento, ando a la deriva entre este vaivén de olas y se me entornan los ojos mientras me ahogo en un deseo que crece cada vez más.
Sobreviene una tormenta, nuestros cuerpos resbaladizos se nos diluyen entre las manos y te veo erguido sobre mí, entre mis piernas, zigzagueando en frenesí con el dominio absoluto sobre mi sexo húmedo. Quiero más de esto, hasta el último aliento gózame a tu capricho.
Me tomas por la cintura y me volteas hasta dejarme en posición de hembra en celo, te deleitas por un momento acariciando mi cabello y arreglándolo en mi espalda como un niño travieso. Tengo un deseo impaciente, te necesito.
Tu falo vuelve al ataque mientras tus manos que me sostienen me empujan con fuerza hacia ti, se me confunden el dolor y el placer, pero estoy tocando el cielo. Dejo escapar una súplica y tú, obediente, me complaces envistiendo contra mí una y otra vez. Quiero ser fiera y desafiarte, quiero vengarme.
Me levanto y te tumbo en la cama, te admiro paseando una mirada por tu cuerpo buscando sigilosa el lugar exacto donde posarme sobre tí.
Lentamente te hago entrar y salir de mí mientras te seduzco con un beso, te advierto confiado y me vuelvo una gata caprichosa hasta que me amansas y mis sentidos se rinden abandonados en el placer sobre tu pelvis mientras el cabello se me desparrama sobre el rostro. Tú me miras intentando contenerte, te miro, la adrenalina se eleva, somos un volcán en erupción. Mis sonidos son intensos y los tuyos se liberan. Estamos en el clímax, casi gritamos de éxtasis mientras disfrutamos este declive hasta el hastío.
Ahora nos hemos quedado inmóviles recuperando la conciencia. Adoro este sucumbir y resucitar como el fénix de sus cenizas, tumbados como bestias satisfechas uno al lado del otro, exhaustos, acariciándonos.
Tímida me recuesto sobre tu pecho. Tú me preguntas o te pregunto: te ha gustado? Invariable la respuesta entre una risa maliciosa: No qué va! fué fingido! Y sonriendo dormimos abrazados.

Papel mojado.

Con ríos
con sangre
con lluvia
o rocío
con semen
con vino
con nieve
con llanto
los poemas
suelen
ser
papel mojado
M. Benedetti.

sábado, 4 de febrero de 2012

Silencio...

Déjame descansar entre tus brazos, tanto ruido me atormenta. Déjame estrecharme contra tu pecho para solo escuchar el susurro de tu alma y abandonarme sobre el calor de tu cuerpo...
Déjame así, a salvo del tiempo que me pisa los talones, lejos del ruido. Que luego el apetito voraz de las horas volverá al asedio...

Entonces recordaré que siempre tendré este lugar atesorado que me espera otra vez. Uno de esos momentos en que solo existe el amor entre tus brazos.

jueves, 2 de febrero de 2012

Sombra Fantasma...


Princesa lúgubre, dolor y placer.
Castillo de cristal de roca,
prisión de deber.
Luna guerrera madrina,
perfume, rosa con espinas,
talento oscuro en el arte de ser.
Carmín de la medianoche,
sombra fantasma, neblina,
jazmín que muere al amanecer.
Ilusión, ángel de alas partidas,
pálida estela, recuerdo de ayer.
Cual el dolor, cual el placer,
piedra preciosa perdida,
figura exánime de mujer.

No me importa...




Que importa si te odio mañana tanto como ayer. Si algunos días nos declaramos la guerra fría hasta el cansancio como adversarios en la ley del más fuerte. Si nos apuñalamos a muerte en un duelo de palabras afiladas por la frustración de nuestras debilidades o si a veces te miro solo para condenarte a la indiferencia.
No, no importa si mañana olvido recordar esas pequeñas cosas tan esenciales entre la inercia de la rutina diaria. Solo sé que siempre volveremos sobre nuestros pasos para converger en una tregua de caricias y besos volviéndonos maleables al calor del perdón. Abandonados a la demencia de esta complicidad.
Porque nada importa. Yo siempre estaré aquí y tú no iras a ninguna otra parte cuando la ausencia nos duela en cada átomo.
Y qué más da si somos marionetas de una vil naturaleza inconforme. Aún sabiendo que mañana, tal vez, mi simiente guerrera quiera desterrarte de mis sueños cuando olvide recordar, o aún si un día llegáramos a mirarnos como extraños conocidos, si vivimos este momento será nuestro para siempre.

Miceláneas...

......Todavía a veces el eco de tu voz embriaga mis sentidos, todavía a veces me arrojo al suicidio en el abismo de tus recuerdos invocando tu mirada criptica desde las tinieblas de mi noche, dejando que tu sombra se ame sobre mi cuerpo… dejando que mi sombra se ame sobre el espectro de tu recuerdo….

Eres...

Eres el manantial que calma la sed de mi boca
derramándose sobre mis entreabiertos labios,
guardianes de la cavidad
donde se ocultan mis gemidos.
Eres el río que acaricia mis senos tímidos
surcando senderos resbaladizos,
despertando una corriente furiosa que se arrastra,
quimérica,
hasta el infinito de mi cuerpo.
Arrojándose en esa sensación,
que soberbia,
rompe en cascada entre tus complacientes besos
cuando mueren mis deseos.

El cometa...


... fué así que un día, ebria de deseo, quiso que el fuera un cometa en su vida. Ella, una estrella fugaz en la suya. Dos en una misma órbita con un punto de encuentro...Una gran colisión. Todo dentro de un paréntesis en medio de sus universos. Sin antes ni después, sin preguntas, sin sentencia...

Ofrezco un amor difícil...


Ofrezco un amor difícil

que un amor fácil es mentira,

como algún cobarde un día dijera.....

claudico porque no eres mía

...y realmente no lo era.

Y tú nunca pudiste verme...


Ya sé que tú nunca pudiste verme. Tan escondida estaba entre mis tempestades de angustias vanas, hilvanando las debilidades para desenterrar mis tesoros escondidos en las orillas del fracaso y lanzándole miradas desafiantes al sol con los ojos cerrados (pero abiertos al eclipse de mis memorias) que tú nunca pudiste verme. Ni yo te veía tampoco entre tanto agobio de mi misma. Excavando donde no estabas tú, sino donde los delirios de mis sombras en el claustro de la muerte, desde donde resucitó un espectro fingiendo tu imagen, al que invocaba ciega, pero no engañada, porque sabía que tú no podías amarme.
Y tan escondida estaba bajo la falda de mi melancolía, que aunque no te amaba al principio, de pretender tanto hacerlo, te infiltraste por alguna de las heridas que me dejó el pasado, apropiándote de aquel espectro anónimo, que ahora lleva tu nombre.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Inocencia...


Un día me despedí de la inocencia para emprender un nuevo destino. Pero después de andar un buen trecho me encontré en otra encrucijada, y al mirar atrás, con un suspiro de nostalgia, me di cuenta de cuan inocente he sido hasta el minuto pasado. La inocencia no se pierde de sola una vez… La vamos dejando caer con cada tropiezo en el camino… Acaso como un rastro, porque tal vez algún día tendremos que regresar sobre nuestros pasos.

El amor...


El amor… cruel asesino serial, victimario sociópata, oportunista... siempre con un mismo modus operandi disfrazado con debilidades... acechando en el próximo paso, al doblar la próxima esquina... cavilante y silencioso tras el segundero del reloj milenario del tiempo ...vestido con la destellante promesa de una estrella fugaz.

Tengo que dejarte ir...



Hoy tengo que dejarte ir,

con un dolor oculto,

que apuñala mi sonrisa.


Debo cerrarle los ojos a mi alma

Y permitirle descansar en paz.


Hacerle un corte al corazón

para que sangre su pena,

y guardar los sueños

en mi caja de pandora

donde sé que no debo mirar,


hoy tengo que mutilar mis manos

para que no revelen

las secretas razones,


ahogar las palabras en el viento,

condenar al pensamiento...


Hoy es el dia que te entierro,

te lloro, muero y te dejo ir .

Heme aquí...


Heme aquí...

Arrojada en la premura de amarte,


quemándome a fuego lento

en una espiral de anhelos sin sentido,

arañando paredes...

necesitándote...


Insomne por este dulce martirio

que atormenta mi razón,


donde el sueño de mi alma

se derrite entre piel y ganas

alucinando tanta lujuria.


Con el calor húmedo de tu cuerpo...

Con la promesa pecaminosa de tus besos...


y solo me queda ahogar mis deseos

en la tibieza de otros cuerpos,

entre la ciega disponibilidad

de otros besos amantes

que alienten mi desasosiego.


Mientras el alma me abandona...

en la divina locura de pensarte.