domingo, 29 de enero de 2012

Aquella estrella...

.

Colgué este anhelo que no es esperanza, sino un anhelo vivo, palpitante como aquella estrella... La que ven los marineros ciegos y a la deriva en las feroces noches de tormenta.
Lo dejé a salvo allí, suspendido en el infinito sarcófago de la materia oscura para alumbrar con su destello el destino incierto de los náufragos perdidos.

martes, 10 de enero de 2012

Azares...

Me hago la pregunta a veces.
Irónica la vida con sus vueltas
garabateando en mis sienes
un recuerdo ambivalente.
Ecos lejanos y una voz apagada,
llamaré a tu destino: Nunca.

Azares...

Diciendo todo pero nada
izé mis velas blancas hace tiempo,
arañando incertidumbres y certezas,
zarpando veloz de aquel desventurado muelle .

Nostalgia...


Ahora me vuelvo para verte

desde la era sombría de mis lágrimas.


Me vuelvo por un momento

libre del feroz asedio de la duda

y en un segundo se me escapa el alma

derramándose en una lluvia de nostalgia.


Persiguiendo la promesa del destino

que abraza ese instante veloz

de sentimientos dementes e inteligibles.


Lanzándole al universo una plegaria ingenua

que fluye con desmesura en su cauce salvaje,

rebelde contra orden y razón,

sin pensar, sin entender , solo deseando.


Diluyéndose entre esos sueños

arrojados en el riesgo de la espera.


Confiando en que el universo le devuelva

el tiempo de volver a verte.

Mañana...

Mañana habrá noche de luna nueva en mi cielo.

Mañana seré un ángel de alas negras y volaré sobre el mar.
Si quieres puedo ser la estrella que te ilumine en la noche oscura

¿Estarás tu allí,
donde ya he mirado tantas veces?
Y si estas,
tras que formas te me esconderás?

Acaso sabré reconocerte y percibir tu presencia
o pasarás invisible ante mis ojos incrédulos?...

¿Tendré el coraje de no huir si tú me encuentras?

Me acosan las dudas pues no soy tan osada como mi corazón.
Es que me he equivocado tantas veces,
o tal vez no...

Son demasiadas preguntas y tan pocas respuestas,

Una vez más tendré que confiar en los caprichos de este destino,
que travieso juega con nosotros a las escondidas y a las sorpresas.

Oscuridad...

Ya no estoy perdida en la oscuridad,
me has mostrado la salida.
Ahora es mi alíada la noche,
la luna mi cómplice,
y estás tú a mi lado,
con tu quietud inquietante ,
pero conmigo, como antes...
como cuando éramos una misma
y nos amábamos,
como cuando éramos una sola…
porque somos una sola,
eres mi sombra y mi luz,
porque ya no le temo a tu oscuridad.

Miedo...


Difícil decisión debo tomar:
alcanzarte al final del pasillo.
Todo está oscuro por medio
solo una luz te ilumina al final.
Y yo,
tengo miedo de la oscuridad,
y tengo miedo de llegar hasta ti.
Porque después de haber llegado,
al quitarte esa venda de los ojos,
tal vez solo reflejen mi soledad.

lunes, 9 de enero de 2012

Andén...


Entre los velos de mi luna,
te siento.
Allí donde mi delirio,
te poseo.

Cálido deseo para un sueño estéril,
en aquella dimensión secreta donde una vez te amó mi sombra,
te olvido.

En un tren se fué ayer tu nombre,
mas guardé el clavel que me diste para marcar una página de mi historia.

Y mañana...
quizás llegues en otro tren, con otro nombre, y otro sueño.
Entonces, tal vez ,
pueda devolverte ese clavel que entre estas letras desnudas te guardo.

La tierra prometida...



Errante camino sobre mis pasos

como una, y otra, y otra vez,

sobre la tierra condenada.


Tierra de mil heridas lloradas

y de canciones desechas

donde desemboca el alma en llanto

y ruge con rabia el corazón.


Donde el hielo seco quema la carne

y la lava candente la hace fértil.


Entre un sentimiento que se escapa

tras los espejismos del desierto

que solo alientan esta sed.


Petrificando mis agonizantes labios

que no dejan de invocar a la muerte.


La dulce muerte del dulce momento

en que aguas de un manantial

les devuelvan el tiempo vivo.


En que los ojos obedezcan las señales,

esas que todavía no entienden

pero que siempre han podido ver.


Siguiendo a la rueda del destino

tirada por los unicornios salvajes

que solo son visibles para mí.


Porque soy uno de ellos,

porque los encuentro en mis sueños.


En esos sueños a los que pertenezco

existiendo en mi única realidad.


Regresando a la tierra prometida

que me recibe en el tiempo justo,

y a la que una, y otra, y otra vez,

el universo caprichoso me devuelve.

Ecos de un romance astral (carta) ...


Ando divagando entre el vértigo del amor noble y sus demonios tácticos. Esas pasiones que procrearon en algún rincón oscuro de la dimensión secreta de mis sombras, entre las tóxicas aguas residuales de aquellos meses en que me alimentaba de letras líricas, oniricas y delirios.
No quería nada mas que lo genuino, todo y nada. Pero te faltó la caricia sincera que me desnudara por las calles azules. Te faltó ponerte las alas incautas de ángel rebelde para alcanzar las verdaderas alturas. Te faltó el detalle de llegar al fondo y descubrir la sensualidad inherente a mi volcán femenino, más allá del objetivo ordinario de una mera conquista más...

Te faltó ese algo : "el amor-pasión del macho encarnizado por la hembra ruborosa" en conjunción con "la encantadora ternura de las palabras emocionadas y el palpitar del pecho anhelante".

Te faltó - cito: "pues dinamitar el muro, pasar a cuchillo, sin piedad, a los defensores que se rindieran y no quisieran pelear más, y al fin, cuando el hermoso edificio estuviera en llamas, arrojarte dentro como un bello diablo, buscando por rincones oscuros y misteriosos los íncubos, súcubos y fantasmas de la media noche, husmear por los patios bajos, otear hacia los pisos altos como los grandes perros de caza y, de pronto, a la vista extrahumana de la núbil princesa encantada, lanzarte sobre ella, que habría estado ruborosa y medrosa, y al besarla violentamente, prorrumpir en un largo alarido salvaje de cordillera a cordillera para turbar la calma de las cosas como una corneta de triunfo…".

" Y Rasgar con mano trémula el velo de Isis y amar a la pálida diosa pagana, amiga de la luna".

“Y juntar el Amor y la Muerte, y adornar la calavera monda de una realidad con la suave sonrisa de una ilusión en flor; y hacerlo todo ruinas, y sobre las ruinas, levantar columnas de esperanza”.


Entre el verbo Amar y el verbo amar cuál es la diferencia? Está implícita en el contexto: Sin dudas te amé, lo nuestro no fué más que un espejismo de fantasías.

Estas líneas no son más que el eco de los pensamientos residuales de la mujer de aquellos días, quien te prestó su fantasma sensual y apasionado guardado dentro de una botella.


Citados fragmentos de cartas de James Joyce.



Hipoteca...

Tocó mi puerta lluvia Vestida de gris,

acreedora de sueños,

para cobrar mis deudas con el tiempo.


También vino el viento soberbio,

insensible a mis súplicas,

para quitarme la última esperanza.


Y yo imploré por retener mis tesoros

Aunque yacieran muertos,

aunque ya no me pertenecieran.


Luché con todas mis fuerzas

arrojándole maldiciones al viento...

Negando a la lluvia en mis ojos...

pero aun así me fueron arrebatados.


Vilmente me asedió locura,

me apuñaló impotencia,

me abandonaron los días…


Y solo fui acogida por las sombras,

de las más oscuras noches,

donde solo me abrazó soledad

Y me besaron sus tinieblas.

Simple desvelo de una noche de fiesta...

Tomaré de tus manos la copa de piedra vacía

fingiendo que está servida para mí.


Y beberé de tu vino ausente

para embriagarme de estos delirios

que son solo míos.


Que solo existen entre mis sombras.


Que solo yo edifiqué con mi insomnio.


Así beberé de tu vino hasta hastiarme,

hasta que su sabor me repugne

y ya no quiera más.


Que tu recuerdo se perderá en el hastío.

En un amanecer donde solo habrás sido...

el simple desvelo de una noche de fiesta.

Cuando el amor es un duelo...



Cuando el amor es un duelo
Buscamos la paz donde hacemos la guerra,

en el desdoblamiento de nuestros cuerpos.
En ese momento breve en que dos somos uno,

aún para descubrir que nunca ganaremos el duelo.





Y que el poder sobre nuestras conquistas,

no era más que un espejismo en medio del desierto.

El perdón...


El perdòn. Con paso confiado se acercó el hombre viendo al ave rendida, con los ojos secos y apagados, con el corazón quebrado, ciego a las consecuencias de su cautiverio. Decìa desear acariciarla entre torbellinos de emociones vanas y contradictorias, liderado por su ego enfermo, fingiendo siempre alimentarla con la sangre de su propia alma mientras la avecilla se desvanecìa junto con la esperanza de que una muestra de ternura le devolviese la esperanza y la voluntad. Asì, apenas y casi sin voz solo pudo levantar la mirada y con el corazòn decir:

Vienes y me dices que después de tanto daño me volverán a nacer alas, que podré alcanzar mi infinito. Quisiera tanto creer que tienes razón y yo estoy equivocada, porque no sé si ya estoy muerta. Tal vez este dolor sea la estela de mi estrella desvaneciéndose entre la nada, y tú sólo quieres que vuelva a ser una fantasìa que te deslumbró una vez.

Sí, quiero creer que todo lo que dices es cierto. Que tanta luz que llevé dentro no se ha extinguido aún, y que en el momento justo será rasgado este oscuro velo. Que esta prueba amarga habrà tenido un propósito: volver a ser libre en un renacer de fénix para alzar el vuelo con alas más fuertes.

Ni siquiera pides perdón por haberme sentenciado a tu hombro frio, o tu vacìo e insensible corazón. Que me das en la mirada inconsciente despuès de haber encerrado mis ilusiones y sueños en una y mil jaulas, cada una más estrecha?. Palabras dices, incoherentes con los hechos. Solo perdono, y me perdono. Me libero y no quiero llevarte conmigo. Tus jaulas oprimen. Si me quedo a tu lado me pierdo para siempre.

Beso helado...




Entre las penumbras andaba con paso aletargado, con su luna tenue y sin prisa por llegar a ningún lugar, sometida a un solo camino. Más amparada por la magia, pródiga hija era de la luz de las sombras. Esencia intemporal en existencia.

Una noche le detuvo el paso un encuentro insospechado, y entre la densa niebla, pudo ver su reflejo en unos ojos negros, profundos como un abismo, portales de una vida más allá de la muerte donde reconocía su propia naturaleza y el ineludible llamado de sus ansias.

Se acercó cautelosa temblando por un instante con temor a la aventura de lo desconocido, pero abandonarse era su destino. Con un movimiento suave ofreció la delicadeza de su cuello a aquella presencia sedienta de sangre, entregándose, para sentir por primera vez con el dolor más placentero, como la muerte le devolvía la vida con un beso helado.

Así se encendieron sus ojos como supernovas en medio de la oscuridad, reconociendo un mundo diferente, descubriendo nuevas formas con la videncia de un camino antes insospechado.

Y sopló la brisa lunar, acariciándola con un susurro fantasmal para otorgarle alas. Recompensando el sacrificio de su sangre con el riesgo eterno de la libertad.

Suicidio etílico...

Con la miseria sobre los hombros
ahogo la esperanza en una copa de vino
que sus lágrimas habían amargado.

La bebió sabiendo que era veneno.

La intención era librarse del pasado
asesinando a sangre fría el recuerdo de cada hora,
esperando que la muerte aceptara la ofrenda.

Sin embargo, se le volvió más fuerte en su contra
usando como arma el poder efímero de la vida,
castigandole hoy con las horas no vividas.

Con el tiempo que se le escapa aprisa
mientras su alma se marchita, lentamente,
en la amargura de no poder alcanzarlo.


Dedicado a alguien.

sin titulo...

Cuando me siento desfallecer con ternura me acoges entre tus brazos como a una delicada rosa. Me cuidas y me cultivas con admirable placer. Pero yo, rosa ingrata y rencorosa solo tengo para darte mis ponzoñosas espinas. Mas tu me acaricias indulgente ,me mimas, me besas y me abrigas mientras sangras con abnegacion tus dolorosas heridas.

Recuerdos prohibidos...


Recuerdos prohibidos...

Sensual roce de alas de mariposas,
de sed de bocas húmedas;
Mudos gemidos de alientos tibios
liberados entre pétalos de rosas.


Delgadas siluetas de sombras chinescas
como olas abstractas en sombra de lujuria,
y un resplandor de luna en las miradas,
al tacto fino, de pieles de fina seda.


Sutil es el sabor a noche de magia dulce;
Embriaguez de caricias prohibidas,
cabellos rebeldes y cáliz de vainilla;
Labios sedientos de vino, miel y canela.

Secretos recuerdos prohibidos...
un delirio instintivo e indecente
impregnado con el aroma de azucenas.

Promesa de Luna...


Estaba lanzando al viento eternas interrogantes y desesperados anhelos con la esperanza frágil de que volvieran realizados cuando en pleno mediodía me sonreíste desde el cielo como enviándome una señal....
Esa señal prometedora de que si llegarían a mí , que tú me los regalarías . Luna , mi cómplice, mi buena amiga, cuando mi cuerpo se convierta en polvo volare hasta tus gélidas colinas y por siempre viviré feliz en ti .........

Muerte lenta...

En la penumbra de una habitación vacía el ruido ensordecedor del silencio se esconde esperando para atacar y atormentar a sus víctimas. Almas en pena que arrastran la cruz del pasado sobre sus espaldas encorvadas. Almas atribuladas que no gimen ni lloran porque ya han derramado todas sus lágrimas. No tienen rostros, solo una máscara de dolor, no tienen nombre, solo pecados que purgar. Cuando pasan como sombras solo se percibe en ellas una débil mirada de desesperación, una mirada extinta como una estrella moribunda que alguna vez brillo y así, consumidas por sus tinieblas apenas existen…. arrastrándose con dramática lentitud por la habitación vacía en medio de las penumbras, esperando eternamente ser liberadas de su castigo autoinflingido. Porque nunca se perdonaron. Porque nunca existieron más que en su propia angustia. Porque no pueden, o no quieren, ser salvadas....

Adhara (carta a un hombre lobo)...


Fresca me acaricia la brisa en otra de mis noches. Si pudieras leer en mis pupilas estos pensamientos… Son como el iris de un diamante bajo la tímida claridad de la luna!
Te dirían que prefiero una y mil veces, más que dos o tres, reír sensaciones o llorar mis lágrimas de cristal aunque eso le cueste el desgarro a este lúgubre corazón. Dejándolo palpitar con dulces martirios aunque el frio languidecer le suceda en sus despertares. Porque así me dice que está vivo, que no ha perdido su razón mortal. Y aunque padezca de sueños y ataques febriles de onírica locura, revive y muere cada día en su anchura de espíritu. Corriendo el verdadero riesgo.
Sin embargo tú, encantador lycan. Entre tantas cautelosas libertades no quieres disfrutar perder en el juego de poder aunque añores lo que no sientes. Más creo saber lo que buscas en cada aurora por más que te muestras indiferente. Aunque sonrías peligroso, soberbio y orgulloso por la caza de tus fáciles presas. Confundiéndote entre la multitud. Porque alcanzo a ver, aunque no entiendo por qué, en lo más profundo de tus cálidos ojos donde esa búsqueda te inquieta. El desafío de ese amor que te desgarra y te hace sangrar la inercia de la rutina en tus falsos riesgos. En noches feroces y ordinarias. En pasos perdidos tras copas envenenadas y mordidas llenas de aventuras vacías entre pasiones estériles. Creo que te lo has negado dejándote viciar de incredulidad, justificando la existencia del abismo y rebanando cada oportunidad.
Ahora la luz de mi estrella me llama. Te dejo solo en tu mundo porque no puedo ser una de las ingenuas víctimas y no quiero salvarte hincando mis delicados colmillos en tu cuello de bestia salvaje. Ya no necesito saciar mi sed con tu sangre. Solo soy leal a las cosas que me hacen feliz. Porque en alguna de las rendijas del tiempo, desde mis gélidas sombras, descifre el enigma en tus ojos depredadores y temo que estén ciegos. Habitando en la imperante sordidez de la carne. Pero dejando escapar el último suspiro de la tentación. Te susurro desde la distancia entre el hilván de estos pensamientos desnudos… quizás deberías permitirte fantasear genuinas sensaciones otra vez… volver a creer en esa posibilidad.
Se me han desplegado las alas del alivio. Un arcángel de indolencia pasó escurridizo por mi lado cortando los hilos que de alguna extraña forma me ataban a ti. Las criaturas de la oscuridad somos seres caprichosos y la luna nos incita a asistir a una fiesta macabra en nuestras almas. Tal vez por eso me gusto observarte durante este breve tiempo. Este pedazo de la eternidad. Tal vez algo quede guardado en las penumbras y formaras parte de los fantasmas transparentes que desde siempre me persiguen. Quizás vuelva a buscarte en otros ojos sin saberlo. O tal vez, vuelva a encontrarme contigo de frente, en algún cruce de caminos de senda estrecha. Pero ahora es la hora de apartar la mirada y vas resbalando por el filo de mis pensamientos mientras sigo a la magia que me señala el camino…
…La brisa se está tornando agresiva merodeando entre mi vestido y revolviéndome el cabello. Esta Adhara se despide con una sonrisa cómplice de sus pensamientos y con paso tenue, pero seguro, se pierde entre la niebla de su destino.

Criatura atribulada...


Cuando me miran tus ojos
me dicen lo que no quiero saber:

Que soy un alma perdida.

Criatura atribulada
Que vaga por este mundo
sin saber pertenecer.

Que entre impulsos y emociones
me distraigo en la osadía.

Que me engaño y me consuelo
entre mis vanas pasiones
Creyendo que detengo el tiempo
por temor a envejecer.

Sí,
ya sé lo que me dicen tus ojos
y cuánto me cuesta saber.

Pero es que en este cuerpo
en el que anido,
Vivos arden mis sentidos,
fuertes vibran mis latidos...

Y sin tiempo,
sin cuerpo y sin nombre,
sólo soy una mujer.

Mar de sueños...

Quise bañarme en tu mar como en un sueño fugaz,
Creyendo que al estar soñando no sería peligroso.

Cuando tus corrientes bárbaras traicionaron mi ilusión,
fui arrastrada hasta el fondo y me ahogué sin despertar.

Perdí la noción del tiempo, de la razón, de mi vida, y ahora...

Sigo soñando entre tus olas sin descubrir si he muerto.
Náufraga a la deriva, al compás y a merced de tu mar.

Esperando divisar la orilla y ser desterrada de este sueño,
aún con la incertidumbre de que no sobreviva despertar.

viernes, 6 de enero de 2012

Despedida...



Esta noche me estoy despidiendo,

con las últimas letras desfallecidas,

de los recuerdos que no tendré.


Esta noche acaricio tu última idea,

antes de que la arrastre la marea

a las profundidades de ese abismo

adónde van las cosas perdidas.


Que te cumpliré mi única promesa

y no me ahogaré en este fracaso.


Que no habrá ayer en mi mirada

ni te clavaré en cruz de venganza

para coronarte con espinas de odio.


Tal vez tan solo mi alma te maldice,

bajo la guillotina del último minuto,

aceptando con un suspiro agonizante

la muerte de aquella idea onírica,

que solo entre delirios pudo ser.



Juego ...


Tú y yo bajo una luna que se esconde.

En un muro enmohecido tú y yo,
sentados sobre el abismo de la nada,
jugando el juego de poder que no comienza
pero no termina nunca.

Desarmados, pero armados de desafíos,
desgarrando el misterio,
deseando ver la sangre derramada.

El vencedor es quien dispara con balas de indolencia,
ahora sé que no soy yo.

Y tú, que ves mi alma al fin herida,
alardeas un Jake Mate
y te retiras altanero
llevándote el trofeo de mi debilidad
en el cofre de tus conquistas.

Yo no gano, hoy la luna me acaricia tenue.
Sin embargo tú,
te vas con la victoria de los perdedores.

Alas...



Cuando al viento despliegues alas
cerraré los ojos para no verte volar.

Creeré en el destino…
Abrigaré esperanzas…

Y tus huellas se irán borrando,
lentamente,
entre las piedras de un camino gris.

Con los ojos cerrados esperaré,
en labios dispuestos jugaré a encontrarte
y ahogaré el dolor de tanta ausencia.

Sí…
Tal vez tus recuerdos arrasen mis orillas
con poderosas marejadas.
O el influjo de la luna llena
le imponga tu presencia a mis pensamientos.

Yo…
quizás sea mas tuya,
Quizás más de nadie.
Pero el tiempo es bálsamo sanador…

Y al florecer el otoño
abrirán mis ojos a un nuevo amanecer.
Porque es este destino caprichoso,
Porque sé que te volveré a ver...

...Que un día regresarás con el viento,
para colgar tras mi puerta abierta
la frustrante inquietud de tus alas.


Encuéntrame...

Encuéntrame
donde converge mi pasión con la ternura,
búscame
donde mi rabia se convierte en quebranto.

Estaré allí
en ese rincón de mí donde estoy aunque no me ves.
Me hallarás
en ocaso donde las dudas se cruzan con mi sonrisa,
allí
donde mis miedos no son más que nubes finas de vapor.

Alcánzame,
no dejes que me vaya para siempre tan lejos.
No desistas,
estoy más cerca de lo que parece y te llamo,

que si no me encuentras ahora ya no podrás rescatarme.

Ven,
que yo estaré esperándote para mostrarme en mi desnudez.
Ven,
que te necesito para descubrir lo que es el amor.

No sé qué amor…

Siempre que levanto vuelo con el impulso del viento pienso que será la última vez.

Pero apenas despliego mis alas termino volviendo a posarme en tu hombro,
extrañándolo,
adorándolo,
amándolo.

Y tu mirada,
como un puñal afilado,
es el fantasma que atormenta mi alma frágil.

Porque no sé qué hechizo,
no sé qué maldición me retienen dentro de
esta jaula de cristal
que a veces arrogante desafía a mi coraje a liberarse,
pero esconde la llave de estos pesados grilletes donde nunca puedo encontrarla.

Y no sé qué amor es este ,
no sé qué amor,

o si acaso soy Icarus retando al sol y mi destino ya está marcado.