lunes, 9 de enero de 2012

Hipoteca...

Tocó mi puerta lluvia Vestida de gris,

acreedora de sueños,

para cobrar mis deudas con el tiempo.


También vino el viento soberbio,

insensible a mis súplicas,

para quitarme la última esperanza.


Y yo imploré por retener mis tesoros

Aunque yacieran muertos,

aunque ya no me pertenecieran.


Luché con todas mis fuerzas

arrojándole maldiciones al viento...

Negando a la lluvia en mis ojos...

pero aun así me fueron arrebatados.


Vilmente me asedió locura,

me apuñaló impotencia,

me abandonaron los días…


Y solo fui acogida por las sombras,

de las más oscuras noches,

donde solo me abrazó soledad

Y me besaron sus tinieblas.

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