domingo, 29 de enero de 2012

Aquella estrella...

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Colgué este anhelo que no es esperanza, sino un anhelo vivo, palpitante como aquella estrella... La que ven los marineros ciegos y a la deriva en las feroces noches de tormenta.
Lo dejé a salvo allí, suspendido en el infinito sarcófago de la materia oscura para alumbrar con su destello el destino incierto de los náufragos perdidos.

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