Cuando me siento desfallecer con ternura me acoges entre tus brazos como a una delicada rosa. Me cuidas y me cultivas con admirable placer. Pero yo, rosa ingrata y rencorosa solo tengo para darte mis ponzoñosas espinas. Mas tu me acaricias indulgente ,me mimas, me besas y me abrigas mientras sangras con abnegacion tus dolorosas heridas.
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